martes, 25 de octubre de 2011

La Literatura permitida,



Hablar de la literatura novohispana  no solo  es hablar de  varios siglos, sino de distintos momentos culturales, en las cuales hubo diversas corrientes literarias.
El siglo XVI fue un violento choque de culturas, por un lado los vencidos que se resignan a cambiar sus costumbres y adaptarse a una cultura diferente y por otro lado tenemos a los vencedores que se encuentran asombrados por la cultura que descubren además de llegar como minoría para imponerse.
En este caso se puede ver que en el lado de los vencedores se concentran en hacer literatura  y a través  de la crónica, en el cual es un género histórico en el cual se mezcla lo objetivo de lo subjetivo.
Un ejemplo son el diario  y las cartas de Colon,  las narraciones de los conquistadores, estos escritos fueron hechos por personas que estuvieron o vivieron los hechos, como son los capitanes, soldados, clérigos, pero con el tiempo.
 A parte de la crónica los españoles trajeron  nuevas formas de cultura a través de frailes, los misioneros  aprovecharon las fiestas  o rituales que los indígenas tenían  llevar a cabo sus representaciones en los atrios en la cual combinaban la danza, el canto, y el dialogo. Con lo cual dieron inicio a la evangelización.
En el siglo XVII llega el barroco, que es una corriente literaria o artística,  en el cual cambia la forma de ver el mundo, uno de sus exponentes es Juan Ruiz de Alarcón.
En este siglo  hay una decadencia política en España,  bajo  el reinado  de la casa de Austria, esto se debe  a que se obsesionaron  con mantener a la religión católica  como única, ante el crecimiento importante  de la religión protestante.
Los grandes escritores del siglo XVII en la Nueva España son:
Balbuena, en la Grandeza  Mexicana, Sigüenza, y  Sor Juana que con su  poesía amorosa hasta la fecha de hoy nos inspira.
Con el  último Siglo XVIII,   se dio fin a la etapa colonial, donde surge el signo de cambio ya que impregnaba a Europa con futuras revoluciones. El hombre en este siglo  cuestiona  no solo a la autoridad  religiosa, sino además al poder monárquico. Las ideas de la ilustración se imponen como nueva consciencia social. Con lo cual los criollos retoman dichas ideas para poder aplicarlas, pues están cansados de ser gobernados por España y piden la separación de esta.

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